
Es necesario seguir hablando de nuestra historia para entender los pasos que hemos tenido que dar con tal de llegar hasta aquí y es necesario, por supuesto, no pararse y seguir caminando. El feminismo está más vivo que nunca. La cultura está más viva que nunca y tenemos la suerte de vivir en una ciudad con proyectos que se encargan activamente, día tras día, de crear espacios seguros para que esto siga siendo así. He tenido la oportunidad de hablar con dos de las fundadoras de uno de estos espacios.
El proyecto que va a inaugurar esta nueva ruta de La Tija es Crisi. Hablar de Crisi es una manera excelente de sentar las bases de lo que nosotras entendemos como refugio cultural. Crisi es un lugar de encuentro que nace de la necesidad de buscar espacios de pensamiento y formación alternativos a la academia, según explican en su página web. Ahí, además, podéis encontrar la justificación de su nombre:
“Crisi, en catalán, pensando en la raíz del verbo griego krinein, de donde viene la palabra “crítica”. El verbo krinein significaba “diagnosticar” y “decidir”, y se usaba en contextos médicos en los que el paciente estaba entre la vida y la muerte. En crisi queremos situarnos en esa línea decisiva: entre lo que ya se ha construido (y debe revisarse) y lo que está por venir. Para nosotras, pensar siempre implica la puesta en crisis de algo; a veces, incluso, de una misma.”
El espacio ofrece seminarios y talleres de distintas disciplinas: filosofía, feminismos, literatura, cine, arte, ciencia… Es un espacio dedicado a diversas actividades culturales y, además, también cuenta con un espacio de librería especializada en ensayo, feminismos y poesía.
Pero empecemos desde el principio. ¿Quiénes son las socias fundadoras de Crisi? ¿Y por qué surge la idea? ¿De donde viene el nombre? ¿Hacia dónde va el proyecto?
Claudia González Caparrós, graduada en Estudios Literarios y escritora; Raquel Miralles, licenciada en filosofía y Nemrod Carrasco, profesor de filosofía en la UB, son las tres cabezas detrás de Crisi.
Raquel me explica que el proyecto surge, en parte, como una alternativa a la academia, y como tal podemos encontrar cursos y talleres que las fundadoras escogen por capricho, siendo dicho capricho considerado como algo más: algo que mueve el interés de las profesoras tan intensamente que las lleva a investigar y a organizar con todo el cariño y pasión posibles unas clases que han ido captando cada vez a más personas. Sobre todo después de este parón ocasionado por la pandemia, que ha llevado a Claudia y a Raquel a replantearse su papel en el proyecto y a meterse de lleno en la planificación de cursos.
Además, todos sus programas tienen perspectiva de género, y aunque el curso no sea sobre feminismo, la bibliografía contará con libros escritos por mujeres. Esto está ligado directamente con la librería. Raquel dice que aunque en la librería no podremos encontrar algunos títulos básicos de filosofía, a cambio podremos encontrar otros títulos escritos por mujeres que han sido ignoradas por el cánon.
Cuando pregunté a Raquel y a Claudia sobre sus cursos favoritos, consciente de estar poniéndolas en un compromiso, Raquel me contestó con uno de cada socia: Malestares Contemporáneos (Nemrod), que captó a mucha gente que no venía del mundo de la filosofía; Monjas Subversivas (Claudia), que busca reivindicar la figura de la monja que no da miedo ni es increíblemente estricta y ¿Quién teme a la Femme Fatale? (Raquel), que habla de dicha figura en el cine. Claudia recomienda Apología de Sócrates, también dado por Nemrod y que esta vez abre las puertas a la filosofía antigua. Estos cuatro ejemplos sirven para demostrar que en Crisi hay cursos para todos los públicos. Debo aclarar, también, que las actividades ofrecidas por la cooperativa también se adaptan, económicamente, a todo tipo de perfiles.
Ahora, el futuro inmediato que ven para Crisi es recuperar el espacio presencial que han perdido (sin dejar, por supuesto, la modalidad online), pero hay mucho más en el horizonte para las fundadoras. Si les preguntas qué esperan del proyecto y teniendo en cuenta que Crisi ha nacido, por encima de todo, del cariño, las socias te responderán con proyectos que van desde cursos mucho más ambiciosos hasta la edición, pero por el momento van a continuar haciendo lo que han estado haciendo tan bien: crear comunidad y una nueva manera de relacionarse con el estudio. Los lazos afectivos son uno de los pilares de Crisi y es algo que se nota en la manera que tienen de hacer las cosas. Eso, sumado a toda la información que he citado hasta ahora, es motivo más que de sobra para escoger Crisi como una parada obligatoria en la ruta cultural de La Tija. A nosotras ya no nos da miedo entrar en Crisi.
Extra - Libros recomendados por las fundadoras:
- Raquel: Microfisica sexista del poder (Nerea Barjola) y Zami (Audrey Lorde)
- Claudia: Sonetos a Orfeo (Rilke)
Maria F. Beltran
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