
Se dice del signo escorpio que es uno de los más intensos del zodiaco. Se rigen por el elemento del agua. Es decir, que se te escapan por entre los dedos cuando intentas atraparlos. También es sabido que las personas nacidas bajo este signo tienen muchísimo que decir, que son emocionales y extremadamente sensibles, que representan lo misterioso, la magia, lo oculto, la sensualidad, la destrucción y también la regeneración. La selección de hoy son cuatro perfectas representantes de la época del escorpión:
Sylvia Plath
Cuando pienso en intensidad pienso en Sylvia Plath. En el poemario Ariel, Plath empieza con la palabra Amor y termina con Primavera. Si en los detalles está lo verdaderamente importante, para mí este es el que define mejor a Sylvia.
En este poema Plath se muestra como una verdadera escorpio: poseedora de una inmensa sensibilidad al igual que de una increíble capacidad de análisis de su entorno y de sus sentimientos.
La rival
La Luna, si sonriera, se te parecería.
Das la misma impresión de cosa bella, pero que aniquila.
Ambas sois grandes tomadoras de luz.
Su boca de O se aflige por el mundo; la tuya se queda indiferente,
y tu primer don es el de trocarlo todo en piedra.
Me despierto en un mausoleo; estás aquí
tamborileando con los dedos en la mesa de mármol, buscando cigarrillos,
con rencor de mujer, pero sin tantos nervios,
muriéndote por decir algo que no admita respuesta.
También la luna envilece a sus vasallos,
pero a la luz del día hace el ridículo.
Tus insatisfacciones, por otra parte,
llegan por el buzón con amorosa regularidad,
blancas y vacías, tan expansivas como monóxido de carbono.
Ningún día está a salvo de noticias tuyas
tú que andas por África, tal vez, pero pensando en mí.
Sophia de Mello Breyner
La poesía de Sophia es extremadamente dramática: desprende una energía de escorpio innegable, dejándose llevar por el dolor, abrazando la noche, la simbología mágica y herética y hundiéndose en la pena. Cuando Sophia sufre, sufre con todo el cuerpo y mira al mundo a través de unos ojos empañados de pena. A través de su obra nosotros nos enfrentamos cara a cara con la desesperanza.
Este poema de Sophia de Mello Breyner es, definitivamente, un escorpión herido:
Este es el tiempo
Este es el tiempo
De la selva más oscura
Hasta el aire azul se ha vuelto rejas
Y hasta la luz del sol se ha vuelto impura
Esta es la noche
Densa de chacales
Pesada de amargura
Este es el tiempo en que los hombres renuncian
Margaret Atwood
Atwood demuestra la capacidad de reflexión de las Escorpio cada vez que sujeta una pluma. Y a pesar de escribir novelas tales como El cuento de la criada y Los testamentos, que son dos libros en los que Atwood hace gala de sus conocimientos de historia y de sus ideas políticas; también se deja llevar por las metáforas oscuras en su poesía y el misticismo. Tiene incontables poemas posicionándose políticamente pero aquí Margaret se define como poeta:
HONGOS
IV
No sólo
los recojo para comer,
sino por el placer de recogerlos y porque
huelen a muerte y a las pieles
de cera de los recién nacidos,
carne hecha tierra, tierra hecha carne.
He aquí un puñado
de sombra que te he devuelto:
la podredumbre, la esperanza, un bocado
de estiércol, la poesía.
Luna Miguel
Y por último pienso en sensualidad y erotismo y pienso en Luna. Ella dice /repudio lo pulcro si te pronuncio/ y también repudia la luz pero tampoco da miedo esconderse con ella allá en lo oscuro, tampoco da miedo convertirse en repudiadas. La voz de Luna es una voz cruda en toda su obra: poesía, novela y ensayo. A las escorpio no les da miedo mirarse las entrañas y hablar de ellas, las escorpio saben más y Luna es el mejor ejemplo.
ME HACES EL AMOR
e imagino
a todos los amantes
que ya lo hicieron así
[los que ya se lamieron]
[los que ya se asfixiaron]
[los que ya dijeron amo]
¿repito
su rutina?
[eso qué importa]
Maria F. Beltran
*Ilustración de Travis Pietsch
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